jueves, 30 de abril de 2009

Delirious Mílan
El duque de Broglie llegó corriendo y con el pelo alborotado. Agitaba varias hojas en desorden. El mundo no lo sabía pero él tenía entre sus manos una revolución. Le habían citado allí en ese lugar un tanto desolado de las afueras de Karlsruhe. El tribunal le había mandado un mensaje enigmático. Le esperaban en aquel edificio artefacto que parecía el sueño de un loco. Había pasado la noche en efervescencia y la fiebre de pensar le había dejado exhausto. Perplejo al no ver la entrada palpó sin éxito las 4 fachadas. Apareció un niño que lo cogió de una mano y tiró de él. Se abrió una trampilla y cayeron los dos cogidos hasta el subsuelo. Con gran ruido fueron absorbidos por una escalera mecánica y arrojados a un espacio iluminado por mil trozos de vidrio con imágenes. El techo era una maraña de perfiles y bandejas. Cuando se quiso dar cuenta el niño había desaparecido. Tuvo un ataque de pánico. La hora de la lectura se acercaba. Tanteó las paredes de aquella caja electrónica. Una de las pantallas le asomó a una vista de la ciudad. Trató de forzarla para respirar pero era estanca y estaba sellada. Al tocar otra pantalla se abrió una puerta automática y pudo ver un hueco lleno de tuberías que ocupaba todo un frente del edificio. Otro panel le llevó a un locutorio uno de cuyos lados era un vidrio completo. Al otro lado había gente, quizá fuera su tribunal. Empezó a gesticular, a agitar los papeles, a señalar su solapa con la insignia de la Sociedad de Física de Paris. Los hombres del interior le miraban con curiosidad y se reían como si estuviera haciendo una performance.

Abandonó a su pesar aquel leve contacto humano y por fin encontró un balcón o tribuna exterior. Era todavía de noche y fue deslumbrado por un potente reflector que le llenó de colores varios. Sin saberlo había quedado convertido en un grano de la oreja izquierda de Andy Warhol.
Volvió a aquella jaula encantada y entró en otra sala en la que al fondo se proyectaba en toda la pared una escena que le dejó suspenso. Era él mismo leyendo su tésis con pasión. Fue corriendo hasta la pared y trató de entrar en la escena pero al tocarla cambió y volvió a cambiar. Apareció un anciano de pelo muy blanco vagando por el espacio. Iba hablando en francés con voz baja y monótona como un autómata. Le suplicó que no le interrumpiera que estaba discurriendo y peligraba la vida del razonamiento. Siguió andando y salmodiando extrañas invenciones. En otra sala encontró al profesor Alonso Pereira con un grupo de alumnos. Hablaban lenguas extrañas pero le pareció que le mencionaban. Acostumbrado en las últimas horas a dudar de sus facultades supuso aquello un nuevo engaño de los sentidos. Sintió entonces nostalgia aguda de su casa en medio del bosque y de su jardín. Una lágrima corrió por una de las hojas. Al poco encontró de nuevo al niño que lo arrastró hasta un gran hueco vertical que ocupaba otro frente. Estaba lleno de escaleras de muchos tipos y cambiando de una a otra llegaron a un mirador observatorio del tejado. Salieron a la azotea. La primera estrella que vió le llenó de alegría. El niño según costumbre se evaporó.

Al día siguiente la máquina de la limpieza recogió con decoro y eficiencia el cuerpo sin vida de Don Luis de Broglie. Los papeles inéditos de su tésis salieron volando. Uno se encuentra en China en un Museo de la Ciencia y de la Técnica. Otro lo conserva un granjero de Nevada en un cobertizo. Los otros 3 no han sido hallados por lo que se ruega que si encuentra en su jardín un papel enigmático con símbolos abstrusos lo envíe a la Asociación Pro Tésis Luis de Broglie con sede en Versalles.
En recuerdo de la gesta y epopeya del Duque la ciudad le ha dedicado una estatua. Le han colocado muy tieso como si estuviera sosteniendo o empujando una fachada cualquiera del edificio. En realidad habían querido representarlo tratando de desgajar una hoja de titanio para forzar la entrada. Del niño nadie se acuerda. En honor de Don Luis se ha construido un edificio contiguo en el más puro estilo clásico con bedel y terrazo. La biblioteca es muy popular no se sabe si por la buena presencia de la bibliotecaria y esta llena de jóvenes formales con gafas que simulan estudiar. Contiene kilómetros de anaqueles pero sólo tiene 2 libros. Son la Biblia y el Capital. El lomo de la Biblia está mucho más gastado.

Oviedo 21 de abril de 2009.

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